jueves, 6 de octubre de 2011

Padre Rico, Padre Pobre

Resumen de la obra “Padre Rico, Padre Pobre” del autor Robert Kiyosaky

Por: Miguel Núñez

Una obra escrita por el año 1997 cuando en Perú estábamos viviendo la etapa de la Tercera Revolución Mundial, manifestándose el crecimiento y desarrollo económico en nuestra nación.
El autor, de origen hawaiano, muestra una faceta que quizá a algunos no gustará mucho porque nunca formaron una empresa o nunca al menos tuvieron la idea seria de formar una. Otros quizá tomarán esta obra como materialista o la preocupación  exagerada de su autor por el dinero, sin embargo nos presenta la idea de que el uso de la razón antes que el impulso o instinto es lo que debería primar para saber manejar el dinero.
Robert Kiyosaky

La obra inicia con una presentación” escrita por la esposa de su mejor amigo Mike, doña Sharon Lechter, haciéndose la pregunta ¿prepara el colegio a los niños para el mundo real? y aunque no lo crean, yo como maestro me quedé con la intriga para enterarme qué me ofrecía este documento.

Robert cuenta que tenía en Hawai dos padres: uno rico y el otro pobre. Tenía por ese tiempo 9 años de edad. El padre “rico” era el papá de su amigo Mike, como si fuera un padrino o un padre adoptivo. En realidad era un empresario, experto en finanzas, quien creía que la educación era importante pero no podía solucionar el problema económico del hombre si es que éste no aprende por su cuenta a educarse financieramente. Éste afirmaba “la escuela se enfoca en las habilidades profesionales y curriculares, pero no en habilidades financieras”. Cuando habla del padre “pobre”  se refiere a su mismo papá carnal, en realidad no era pobre literalmente hablando sino alguien de clase media que a pesar de trabajar para el Estado nunca podía aumentar su riqueza. Mientras que el rico pensaba que era mejor tener finanzas con los que pueda disfrutar cuando sea un jubilado, el otro sólo esperaría que el Estado cuide de él al momento de jubilarse. El primero era más triunfador económicamente que el segundo. Por otro lado, los dos eran buenos y sinceros al otorgar consejos; ambos querían lo mejor para el “hijo”.

Por el año 1956 en un pueblo azucarero había una escuela pública donde Robert estudiaba junto a otros amigos adinerados. Y se preguntó “¿cómo hacerme rico?”, esa interrogante la llevó a su papá pobre quien de una manera no tan atenta le respondió al final de tanta pregunta “no sé la respuesta, no me pongas en aprietos”.
Robert tuvo la idea de hacer una sociedad de negocios junto a Mike y pidieron que todos sus vecinos les regalaran los tubos de pasta de dientes (en ese entonces eran de plomo y no de plástico como hoy). Al llegar el día señalado, derritieron los embases vacíos y empezaron a fabricar monedas. El papá pobre al ver ello se sorprendió, les felicitó por la creatividad y originalidad de pensamiento, pero hizo un llamado de atención ya que eso era ilícito porque las monedas eran falsas y así no es buena manera para hacerse ricos. Los muchachos quedaron desmoralizados.

El diálogo continua y el papá de Robert expresa que él no es rico porque es maestro de escuela y no sabe cómo hacerse rico. Pidió que mejor hablaran con el papá de Mike, pues era el indicado para estas cosas (aún por esos años el papá de Mike estaba levantando un imperio económico que iba creciendo de a pocos).

Mike, al regresar a su vivienda, habló con su padre para que les diga el secreto de cómo hacerse ricos. Este padre aceptó la entrevista y ofreció pagarles 10 centavos por hora y como trabajarían tres horas, el total sería 30 centavos. El padre rico creyó que era la mejor manera de cómo los chicos consigan la respuesta que tanto querían. El trabajo fue aceptado por los niños.
Los sábados siguientes tenían que acompañar a la señora Martín al supermercado donde tomaban los alimentos enlatados de los estantes y con un plumero sacaban el polvo, luego reacomodaban los mismos y reportaban a la señora. El padre rico era dueño de nueve supermercados. Robert con el dinero ganado se compraba historietas, sólo eso.
Al final Robert se aburrió del trabajo. Contó ello a su padre pobre y decidió renunciar. Entonces fue un día a buscar a padre rico para presentar su disconformidad.

Cuando se encontraron frente a frente, padre rico expresó a Robert que el problema era del mismo Robert porque echa la culpa a otro (en este caso a padre rico) no dándose cuenta que el problema era el mismo niño Robert como trabajador suyo. Robert acusó a padre rico de ser un explotador, un tacaño, un abusivo.
Padre rico hizo ver que una persona se explota a sí misma cuando trabaja por el dinero, cuando renuncia y se va a otra labor o cuando busca un segundo trabajo. Tener más dinero no resolvería el problema de las personas que trabajan sin usar la razón, pues éstas al ganar más dinero se endeudan más, osea sacan créditos mayores y a las finales quedan igual como cuando estaban con un solo trabajo.
Por eso era necesario que Robert analizara su poca ganancia y qué hacer con ella. Un dato que llama la atención es que el autor, cuando era un niño de 9 años, recibía el salario al 100% ya que el Estado no le hacía descuento porque era un contrato informal con padre rico, de lo contrario el autor hubiera recibido menos de 30 centavos. Es así que siendo aún niño iba entiendo que se aplicaban gravámenes a los salarios y por lo tanto aparecía mucha gente insatisfecha por su pago.

Los mensajes que papá rico alcanza eran además: tener dinero trabajando para  nosotros debe ser un aprendizaje de por vida, la educación debe ser permanente aún después de la universidad porque se aprende de la vida y por nuestra cuenta, la mayoría de personas al recibir sus cheques balancean sus cuentas y nada más por eso siguen igual de pobres.

Cuando continuó el diálogo entre Robert y el padre rico, este padre entendió que el pequeño había entendido y entonces ofreció no pagarle, nada. Robert quedó atónito y callado, pero decidió trabajar como se le propuso. Entenderemos por qué con lo que sigue.
Junto con su amigo Mike siguieron trabajando cada sábado “gratis”. Un sábado aparece padre rico en el supermercado donde trabajaban ambos niños, se les acercó les dio un helado a cada uno y los llevó a pasear para preguntarles del trabajo. Les ofreció pagar 25 centavos por hora, luego $ 1, después $ 2 y por último $ 5 pero parecía que les hacía para probar que dentro de sus mentes pueden figurarse objetos o cosas en los que sólo querían gastar su dinero ganado. Les explicó entonces el significado de “carreras de ratas”: las personas se van a trabajar, pagan cuentas, se levantan, van a trabajar, pagan cuentas, etc. Si se les aumenta sus salarios sólo gastan más y siguen en lo mismo. Y cuando algunas de ellas van a prisa a su trabajo más bien huyen de algo, huyen de sus deudas pidiendo auxilio al dinero.
Es mejor que el dinero trabaje para nosotros y no nosotros para el  dinero.

Así decidió hacer una segunda sociedad con su mejor amigo. Guardaban todas las revistas de comics del mercado que la señora Martín tiraba a la basura. Usaron el sótano de la casa de Mike para ofrecer a los niños una biblioteca de comics abierta al público que atendía desde las 2.30 hasta las 4.30 p.m. todos los días después del colegio. Cada revista al ser leída se cobraba 10 centavos. La hermana de Mike chequeaba a los clientes niños para que no se llevaran las revistas, aunque también llevaba todo registro como de dinero y consejos de los usuarios. Los tres recibían su pago. El no recibir dinero en el trabajo de los sábados les obligó a generar dinero por otro medio: la biblioteca de comics.
Pero un día hubo una pelea en el lugar y unos chicos incendiaron la biblioteca. El negocio tuvo que cerrar por consejo del padre de Mike, pero por otro lado padre rico estaba feliz porque habían aprendido la lección. El negocio había generado dinero para los dueños (Robert y Mike) aunque no siempre estaban presentes físicamente en su negocio.

Con el pasar de los años ambos se casaron y tuvieron hijos, así como se hicieron de dinero.
En 1990 Mike tomó el manejo del imperio de su padre y prepara a su propio hijo en el negocio. En 1997 Robert, ya casado con su esposa Kim, se jubiló pero siempre observando sus negocios que siguen funcionando eficazmente y dándoles bonanza económica. Laboró en varias disciplinas, yendo desde lo militar hasta trabajador de bienes raíces. Su padre en el pasado recibió educación formal siempre, mientras el padre de Mike no. Papá rico, por su cuenta, consiguió poseer educación financiera y supo darle uso, ahí el éxito.

Ya a edad madura Robert nos muestra que comprar para sí un automóvil nuevo o una nueva casa es ello un fenómeno económico llamado “pasivo” porque nos saca dinero, nos hace gastar. Primero hay que saber invertir, saber de finanzas, educarnos de todo un poco para que continuamente podamos obtener “activos” (entradas de dinero). Es mejor producir activos para luego realizar pasivos. Los pasivos deben ser siempre menores a los activos.
Es bueno tener dinero en el banco, pero si no se da buen uso entonces solo será dinero guardado. Es como trabajar para un banco no teniendo nuestro propio negocio, osea hacemos rico a otro individuo. Y para generar un negocio uno debe arriesgar, no a lo seguro sino enfrentando retos que están a la mano.

¿Cuáles son las inversiones que sugiere que los hijos realicen?
1.      Negocios que no requieran mi presencia. Soy dueño, pero están dirigidos o gerenciados por terceros. Si tengo que estar ahí, no es mi negocio, sino mi trabajo.
2.      Acciones.
3.      Bonos.
4.      Fondos comunes.
5.      Propiedades que generen ingresos.
6.      Letras.
7.      Regalías por propiedad intelectual (música, escritura, patentes).
8.      Cualquier otra cosa que tenga valor.

Mientras padre pobre enseñó que uno consiga un trabajo seguro, padre rico enseñó que uno adquiriera inversiones que amara. Robert ahora colecciona bienes raíces simplemente porque ama la tierra y las construcciones. Aconseja que seamos dueños de nuestra propia corporación protegiendo las inversiones, cumpliéndose así la regla ordenada: ganar, pagar impuestos y gastar.

¿Qué nos habla de la inteligencia financiera? la inteligencia financiera se forma con cuatro principales habilidades técnicas:
1.      Especialización financiera: habilidad de interpretar números.
2.      Estrategias inversoras: ciencia del dinero generando más dinero.
3.      El mercado: oferta y demanda.
4.      La Ley: Normas y reglas. Lo legal.

Pero ¿para poseer aptitud de gestión y dirección? las principales aptitudes de gestión y dirección necesarias para el éxito son:
1.      El gerenciamiento del flujo del dinero en efectivo.
2.      El gerenciamiento de los sistemas (incluyéndose a usted mismo,  al tiempo con su familia).
3.      El gerenciamiento de las personas.

Las aptitudes especializadas más importantes son ventas y comprensión de marketing. Para que ello rinda los resultados esperados era necesario tener a nuestra mano a personas más inteligentes que nosotros, pues nosotros no podemos ser especialistas en todo. Pero si pagamos bien a una persona que es de nuestra confianza (un asesor por ejemplo) entonces debemos estar contentos porque mi trabajo rendirá más dinero. Ello es por lo tanto una inversión y no un gasto.
También nos alcanza el pensar de que si uno tiene dinero u otro bien es bueno compartirlo con quien lo necesita porque algún día uno recibirá de otros ese favor, claro sin llegar a interpretaciones literales como “entregar todo lo que tengo”.

Robert nos dice que para vivir una vida de libertad es necesario enfrentar las cinco razones de hombres necios que a la vez son obstáculos:
1.      Miedo a perder dinero: Hay que arriesgar no a lo seguro sino a un asunto que sepas enfrentar. De joven hay que comenzar a hacer negocios, así uno se dará cuenta que de los errores se aprende y saca provecho a la vida al máximo.
2.      Cinismo: No comportarnos como las gallinetas que corren de aquí para allá ante un posible susto (en este caso una alarma económica). Evitemos llevarnos de los rumores. Tomemos las cosas con calma. Si uno se desespera, no triunfará.
3.      Pereza: A estar “ocupado” sólo trabajando para dar todo lo necesario a la esposa y los hijos, atendiendo a los chicos, pescando, jugando golf, viendo televisión, etc.; mientras que no tiene “ambición” por desarrollarse en el éxito de su negocio o para hacer dinero.
4.      Malos hábitos: Pagar al gobierno no es lo primordial, sino pagarse a sí mismo luego al gobierno. El gobierno se molestará pero te dará luego facilidades de pago.
5.      Arrogancia: Ego más ignorancia. No hay que fanfarronear cuando defendamos un punto de vista o un asunto de éxito. Es mejor aprender lo necesario sobre aquello que no sepamos. Si ofrecemos un producto es mejor saber de qué manera y cómo hacerlo.

Robert siguió el consejo de ambos padres: ser humano ante la gente, saber que el dinero es importante en nuestras vidas. Pero rescata y sobrepone las recomendaciones del padre rico sobre el padre pobre y era que aunque la escuela no enseñe educación financiera, es correcto poder educarnos a nosotros mismos, a nuestra familia y amigos (sólo si sacan provecho); ver que de distintas personas  pueden conseguir algún consejo sabio (no todo hay que aceptar); que no siempre conviene gastar todo lo ahorrado sino que hay que buscar la forma de obtener dinero para enfrentar los gastos; no endeudarse demasiado; y para ser feliz no basta ser un gran “profesional” generoso con todos los títulos habidos y por haber como aconsejaba padre pobre, sino que hay que “saber hacer negocios” de manera generosa e inteligente como una vez dijo padre rico.


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